El Fiscal Alberto Nisman, muerto 86 en la AMIA

20/Ene/2015

Montevideo Portal, por Ana Jerozolimski

El Fiscal Alberto Nisman, muerto 86 en la AMIA

Es difícil escribir esta
nota limitándonos a la información fría que se va publicando, a las
declaraciones de unos y silencios de otros… sin sentir que se nos estruja el
corazón.
Tuvimos el honor de
conocer personalmente al Fiscal Alberto Nisman cuando ya se le había
encomendado la investigación del atentado contra la AMIA. El primer encuentro,
tras una conferencia suya en Jerusalem, fue en el 2007. En el 2012, al
cumplirse 20 años del atentado contra la embajada de Israel en Buenos Aires,
fue invitado a una conferencia en Jerusalem y nuevamente fuimos a escucharlo.
En ambas oportunidades accedió a concedernos entrevistas, además de por lo
menos dos más, telefónicas, desde Jerusalem a Buenos Aires.
Siempre encontramos en él
a un hombre valiente, cuya valentía derivaba de la convicción en sus
principios, sin melodrama ni pretensiones. Era una valentía de quien habla con
firmeza y en voz baja… porque sabe que trae la fuerza de la verdad, aunque
con ello se juegue la vida.
“Nosotros,
humildemente, no vamos a cejar un momento, vamos a proseguir la investigación,
no vamos a callar nada de lo que sabemos y de lo que se averigua”, nos
dijo en el 2012. “Es una obligación que se sepa todo esto en todos los
ámbitos, porque hace a la actuación de un Estado que promueve el
terrorismo”, afirmó en relación a la República Islámica de Irán, varios de
cuyos jerarcas están requeridos por Interpol, en base a las pruebas
fechacientes sobre su sol en los atentados, que presentó Nisman. “Y vamos
a seguir reclamando ante todas las instancias internacionales. Es importante
también que la comunidad internacional nos siga acompañando en nuestro hasta
ahora lamentablemente infructuoso reclamo, porque las personas no están detenidas,
para que sean juzgadas y condenadas”.
El resumen de sus
palabras, fue entoces categórico: “Solamente cuando estas personas estén
tras las rejas y condenadas, mi labor va a haber terminado. Pero recién en ese
momento y no antes, las víctimas van a poder descansar en paz”.
Ahora, lamentablemente,
Nisman es el muerto 86 de la AMIA, que se suma a los 85 cuyas vidas fueron
cobradas por la bomba terrorista preparada por Irán e Hizbalá. Y continúa la
impunidad.
Todos sabemos que se
intenta dar la impresión de que Nisman se suicidó. No tenemos evidentemente
ningún elemento para afirmar lo contrario… pero sí para pensar que ello no es
lógico… No es lógico que quien tanto se arriesgó durante años, se quite la
vida horas antes de ir al Congreso a presentar las pruebas para sus
conclusiones en cuanto al involucramiento del propio oficialismo en el tema.
Lo lógico, aunque no
podemos darlo como hecho, es que alguien haya querido asesinarlo.
Leyendo de los documentos
que nos llegaron días atrás directamente de la Secretaría del Fiscal Nisman,
las palabras sobran.
Y por razones de espacio
-dado que el informe tiene 300 páginas- compartimos sólo la pequeña
introducción del resumen breve que nos hicieron llegar, junto a otro sumamente
extenso que se había elaborado en la oficina del Fiscal hoy muerto.
“CAUSA AMIA: ACUSAN
JUDICIALMENTE A CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER Y A ALTOS MIEMBROS DE SU
GOBIERNO DE DECIDIR, NEGOCIAR Y ORGANIZAR LA IMPUNIDAD DE LOS PRÓFUGOS IRANÍES
EN LA CAUSA AMIA, PREVIO A LA FIRMA DEL MEMORANDO DE ENTENDIMIENTO. LA
PRESIDENTE Y SU CANCILLER TOMARON LA DELICTIVA DECISIÓN DE FABRICAR LA
INOCENCIA DE IRÁN PARA SACIAR INTERESES COMERCIALES, POLÍTICOS Y GEOPOLÍTICOS
DE LA REPÚBLICA ARGENTINA.
El plan destinado a
favorecer ilegalmente y desvincular en forma definitiva y fraudulenta a los
sospechosos iraníes por su participación en el atentado contra la sede de la
AMIA comenzó dos años antes de la firma del Memorando de Entendimiento,
inmediatamente después de la muerte de Néstor Kirchner, involucró a personal de
la Secretaría de Inteligencia e incluyó negociaciones directas con unos de los
principales acusados por el atentado, MohsenRabbani, quien era informado y
consultado constantemente, y evaluaba todo lo relacionado con el plan.
Mientras el Poder
Ejecutivo hablaba de justicia y verdad, en los hechos había acordado impunidad.
Buscaba acercase geopolíticamente a Irán, intercambiar petróleo por granos y
hasta venderle armas. Para ello, el Canciller Timerman celebró acuerdos
secretos con Teherán, que luego fueron reconocidos públicamente por el ex
canciller iraní Salehi, y se comprometió a dar de baja las notificaciones rojas
de los terroristas iraníes prófugos, circunstancia que no pudo cumplir por la
firme negativa de Interpol. Además, se descubrió que la maniobra criminal
incluyó el armado de una pista falsa, basada en pruebas fraguadas, para desviar
la investigación judicial hacia culpables inventados y así liberar de su
responsabilidad a los acusados iraníes”.
Y el reporte entra en
detalles:
“En una muy dura y
grave denuncia de casi 300 páginas, el Fiscal General de la causa AMIA, Alberto
Nisman, acusó y pidió la declaración indagatoria y un embargo preventivo de
bienes por la suma de doscientos millones de pesos de la Presidente de la Nación,
Cristina Fernández de Kirchner, de su Canciller Héctor Timerman, del Diputado
Nacional Andrés Larroque, de personal de la Secretaría de Inteligencia de la
Presidencia de la Nación, de los dirigentes Luis D’Elía y Fernando Esteche, del
ex fiscal federal y ex juez de instrucción Héctor Yrimia, y del referente
comunitario iraní, Jorge “Yussuf” Khalil, por ser autores y cómplices
del encubrimiento agravado de los acusados iraníes por el atentado terrorista
contra la AMIA, hecho ocurrido el 18 de julio de 1994 y calificado
judicialmente como crimen de lesa humanidad y genocidio. La acusación abarca
otros delitos conexos, como estorbo del acto funcional e incumplimiento de los
deberes de funcionario público.
Las evidencias
presentadas por el Fiscal Nisman demuestran que el plan dirigido a borrar a
Irán del caso AMIA, desincriminando a los exfuncionarios iraníes acusados, tuvo
su origen en la previa decisión de la Sra. Presidente de acercarse
geopolíticamente a la República Islámica de Irán y restablecer relaciones
comerciales plenas de estado a estado para aliviar la severa crisis energética
argentina, mediante un intercambio de “petróleo por granos”. Este
acercamiento, que en sí mismo nada tiene de ilegal y está fuera de
cuestionamiento, fue considerado inviable mientras subsistiera la acusación
efectuada por la justicia argentina en la causa AMIA contra los ex jerarcas del
régimen iraní. Entonces, para despejar el obstáculo, y he aquí lo delictivo, la
Sra. Presidente ordenó desviar la investigación, abandonó años de un legítimo
reclamo de justicia y buscó librar de toda sospecha a los imputados iraníes,
contradiciendo su probada vinculación con el atentado. Decidió fabricar
“la inocencia de Irán”.
Las pruebas colectadas
permitieron afirmar, sin margen de duda, que -al menos, para llevar adelante
este plan delictivo- el gobierno puso en marcha un canal de comunicación
paralelo entre Argentina e Irán a fin de transmitir e instrumentar las ordenes
emitidas por la Presidente y, de ese modo, alcanzar los objetivos ilícitos.
Este canal clandestino, que operó como una diplomacia paralela, estuvo
integrado por funcionarios, ex funcionarios y otros sujetos, que ninguna
vinculación guardaban con la función diplomática, pero que estaban
estrechamente ligados al centro del poder de donde emanan las decisiones más
trascendentales de la política argentina”.
Esta es una pequeñísima
parte de lo que nos llegó de la oficina del Fiscal.
En marzo del 2012,
entrevistamos a Nisman. Nos parece que vale la pena compartir unos fragmentos
de la conversación:
P: ¿Qué se puede decir de
la inserción iraní en América Latina, a raíz de lo que ha averiguado en la
investigación?
R: Hay por lo menos un
hecho más, no el único, a raíz del frustrado atentado al aeropuerto John
Fitzgerald Kennedy, que iba a ser volado por unos agentes iraníes oriundos de
Guyana. A raíz de la información que fue secuestrada en dicho país a estas
personas, concretamente de Abdul Kadir que ya en el año 80 era un agente iraní
que reportaba al embajador iraní en Venezuela, se pudo determinar un idéntico
modo en algunos casos y muy similar en otros de penetración, al que tuvo
Argentina desde el año 83, once años antes del atentado en la AMIA. O sea que
antes de cometer estos hechos Irán va infiltrando determinados países con
agentes de Inteligencia a los que les hace cumplir otra función totalmente
distinta.
Esto está en dos países.
No descartamos que también pueda ocurrir en algún otro país, pero lo probado es
esto. Y surgió a raíz del intercambio de información con Estados Unidos merced
al Tratado de Asistencia Recíproca por este hecho, que fue descubierto en el
2007 y cuyos responsables fueron todos condenados a la máxima pena, reclusión
perpetua, en el último año.
P: ¿Cuáles son los
desafíos pendientes en el caso AMIA? ¿Sólo el hecho -que por supuesto es muy
importante, nada menor- de que los responsables aún están libres?
R: No. También algunos
aspectos de la parte local en la que estamos trabajando fuertemente. Hay
respuestas que creo que todavía pueden darse . Es el único caso de terrorismo
que tantos años después todavía se sigue hallando pruebas. Esto es por la forma
de trabajar.
P: Dr. Nisman, el fervor
con el que usted investiga no baja con los años. ¿No le ha quitado el
entusiasmo el hecho de que los responsables de la bomba en la AMIA no están
detrás de rejas?
R: Obviamente es
frustrante que no se detenga pero hay que seguir esforzándose.
P: ¿De dónde viene este
fervor? ¿Del versículo bíblico que dice que a la justicia hay que perseguirla
“Justicia, Justicia perseguirás…”?
R: Es una condición
personal… Me tocó a mí dar vuelta este caso cuando estaba totalmente perdido.
Lo digo desde un punto de vista humilde… lo tengo que llevar a las últimas
consecuencias. Lo siento así. Es algo propio de mi personalidad hasta de cuando
no era abogado, cabeza dura… Viene de esas ganas y de esa insistencia, de
poder hacerlo por los familiares y de cerrar un capítulo y decir que hicimos lo
máximo. Pero también hay sensación de impotencia cuando en Interpol me dicen
que no logran detenerlos por la inmunidad diplomática. Pero hay que seguir
porque lo más difícil que eran las circulares rojas y la concientización, ya
está logrado. No se puede saber qué puede pasar. Quizás en dos meses cambia el
régimen, quizás mueran, quizás los maten… no sé… pero lo que tenemos es la
tranquilidad de que esto es un delito imprescriptible y que mientras vivan van
a tener esto al acecho.
Quien tendría que haber
seguido viviendo era él, Nisman. En el 2009 nos había dicho que sentía, por su
nombramiento al frente de la causa, “una enorme responsabilidad, a la par
que un gran orgullo por haber sido elegido”. Aseguró: “sabía
perfectamente de la complejidad del caso pero nunca pasó por mi cabeza no
aceptar el desafío”.
Le preguntamos, ya fuera
de micrófono, si no tenía miedo. Se sonrió como tímidamente, como si eso no
fuera relevante. Hace pocos días, dijo a “Clarín” que sabe que las
nuevas acusaciones pueden terminar con él muerto. Lamentablemente, tuvo razón.